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Día Internacional de la Familia: 15 de mayo.

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Quiero comenzar con la diversidad familiar existente y las diferentes formas de convivencia, desde la familia nuclear entendida en este caso como miembros que viven bajo un mismo techo y que le unen lazos biológicos o legales y afectivos, pasando por familias esambladas donde se ha formado una nueva familia en el que uno o ambos miembros de la pareja, aporta hijxs de relaciones anteriores, hasta la denominada familia de cohabitación donde no hay contrato legal que justifique su unión, sin olvidar mencionar al hogar unipersonal, entre otros tipos.

Hablar también de las etiquetas (Jiménez Frías y Aguado Odina, 2002) que otorgan parte de la sociedad a esta tipología diferente de familia que a veces ha sido vista o todavía es vista, como una amenaza a la supervivencia de familia tradicional siendo ésta la mejor forma de perpetuar los valores y reglas que ellos consideran como los válidos y únicos para el buen desarrollo de la sociedad, sin ser conscientes de los sentimientos que pueden ser generados a estas nuevas familias con un trato que incluso puede llegar a ser despectivo, insultante, dañino, gratuito, etc. Uno de los alegatos en contra de los nuevos tipos de familia, suele ser que, estas modalidades puedan poner en una situación de riesgo a los miembros de estos grupos. En mi opinión, independientemente del tipo de estructura familiar  hay que tener en cuenta, las circunstancias en las que se desarrollan, ya que pueden tener más recursos que una familia tradicional en la que vivan en un umbral de pobreza o sufran de algún tipo de dependencia o cualquier otra situación de desventaja. Con ello quiero decir que diversidad familiar no es igual a desestructura y/o disfunción familiar.

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Como reflexión comentar que desde mi punto de vista y haciendo referencia a Martínez Gónzalez (1996) y a Rodrigo y Palacios (1998) la familia no solo no va a desaparecer sino que cada vez cobra mayor vigencia y no solamente por todos las entidades u organismos dedicados a su estudio, desarrollo, evolución, etc., si no porque simplemente, la sociedad evoluciona y la familia con ella, se adapta y crece. Lo que hace unos años podía verse como una situación vergonzosa, rara, extraña, incomprensible…, hoy en día cada vez somos mas los que nos encontramos inmersos (si no por nosotros mismos  por alguien querido) en esas circunstancias…, y al experimentarlas y conocerlas de cerca, pueden comprobar que lo importante no es la forma o estructura sino los valores, la cooperación, los esfuerzos, el dialogo y las normas, viendo que los nuevos tipos de familias también son capaces de formar a individuos responsables y competentes ante la sociedad y que problemas existen en todas las tipologías familiares porque estamos inmersos en macrosistemas ínterinfluyentes y nadie tiene la formula exacta para la perfección. Si bien es cierto que se debe divulgar el conocimiento para perder el miedo a lo desconocido o nuevo, y también es fundamental el desarrollo del amparo legal para estas nuevas formas familiares igual de válidas que las tradicionales y que también tienen derechos y a que se les reconozcan.

Para finalizar os dejo un vídeo bastante entretenido para enseñar y educar a los más pequeños a respetar y tolerar.

Cecilia Pereda.

 

 

 

 

Diversidad Familiar: conocerla y enseñarla.

Familias 1Una familia diferente. (Sergio Zeni Beni).

Aquella mañana había amanecido con otra luz. Después de varios días grises y lluviosos el sol invitaba a salir, a sentir el viento en la cara, a mirar el mundo con otros ojos.

Así que el pequeño Sebastián y su padre decidieron ir a dar un paseo fuera de la ciudad, buscar un lugar amplio y verde en el que jugar.

El papá, conduciendo, y Sebastián, con su balón sobre las rodillas, iban con la mirada atenta a la carretera.

De pronto, sin saber por qué, Sebastián recordó un comentario que había escuchado el día anterior y que no acababa de entender. Así que trató de aclarar aquello con su padre.

-Papá, ¿qué significa «una familia diferente»?

-¿Una «familia diferente»? Mm…pues, no sé, puede ser muchas cosas. Para nosotros, por ejemplo, una familia en la que el padre es chino, la madre africana y los hijos tienen rasgos del padre y otros de la madre.

-¿Y cómo es esa familia?

-Como cualquier otra. Digamos que es una buena familia. Se quieren mucho, a veces tienen sus problemas, pero siempre tratan de ayudarse…y pongamos que en esa familia a todos les encanta ir juntos al cine a ver películas de aventuras.

Sebastián se quedó un momento pensando, recordando el comentario de aquella persona mayor en el mercado, bastante cotilla, por cierto: «Ya ves, ésos son una familia diferente…»

Cuando el pequeño coche rojo en el que iban, acabó de adelantar a un camión, el pequeño insistió:

-¿Y cómo sería otra «familia diferente»?

-A ver, una en la que hay dos mamás con una hija. Son una buena familia, se quieren mucho, a veces pueden tener sus problemas pero siempre tratan de ayudarse…y a las tres les gusta mucho ir al campo y hacer caminatas con gente amiga hasta que ya casi se pone el sol.

diversidad familiar 2– ¿Y otra «familia diferente»?

-Veamos…Una con dos papás y tres hijos. Son una buena familia, se quieren mucho, a veces tienen sus problemas pero siempre tratan de ayudarse…y, por ejemplo, se lo pasan en grande cada vez que van a la playa, acasa de los abuelos.

-Otra- pidió Sebastián.

-Bueno, una en la que el padre y la madre creen en Dios, pero cada uno cree que ese dios es de una manera distinta.

-¿Y los hijos?

-Pues algo curioso…¡Los hijos ni siquiera están muy convencidos de que  exista ese dios todopoderoso!.Por supuesto, pese a esas diferencias, son una buena familia, se quieren mucho, a veces tienen sus problemas pero siempre tratan de ayudarse…y a todos les gusta ir cada fin de semana al parque del barrio donde coinciden con algunos vecinos.

-Otra, Papá-dijo Sebastián con una sonrisa-.Otra «familia diferente».

-En ésta hay una mamá y una hija. Pero la mamá de pequeña habia sido un niño, ¿sabes?. Un niño que de mayor no quiso ser hombre, quiso ser mujer. Y después de convertirse en mujer, decidió ser mamá. Son una buena familia, ellas se quieren mucho, a veces tienen sus problemas pero siempre tratan de ayudarse…y a las dos les fascina ir a la heladeria a tomar unos helados de fresa y chocolate.

Y así siguieron durante el resto del camino, como si se tratase de un juego. Uno preguntando, el otro respondiendo, iban descubriendo que aquello podía no tener fin. Cada vez encontraban más y más «familias diferentes».

De pronto, Sebastián se quedó callado durante unos  segundo. El coche, que ya era una manchita roja en medio de una gran pradera, subía por un viejo camino sin asfaltar. El niño miraba silencioso cómo los pájaros volaban de unas ramas a otras mientras sonaba de fondo el crushcrumcum de los neumáticos mordisqueando la tierra.

-Y dime, Papá,- soltó por fin- ¿nosotros también somos una «familia diferente»?

-Mm…claro, ¿por que no?. Me imagino que todas las familias tenemos algo que nos diferencia de las demás. Aunque creo que lo más importante es eso que nos hace ser familia, y no tanto aquello que nos hace ser diferentes, ¿no te parece?.

Unos instantes más tarde, el coche se detiene. El sitio se parece bastante a lo que habían estado buscando. Inmediatamente, Sebastían y su papá corren, gritan, se divierten juntos. El balón ya rueda feliz sobre la hierba húmeda.

No muy lejos de allí, otras familias diferentes encuentran la misma alegría. La misma risa bajo el mismo cielo.